Vivir en los containers de los barcos
Uno de los problemas más importantes a los que se enfrentan muchos gobiernos es el alto nivel de contaminación concentrado en las ciudades. Según el último Informe de las Naciones Unidas, las zonas urbanas son responsables del 75% del consumo energético y entre un 40-70% de las emisiones de CO2 en Europa. Además, la mitad de la población vive en ellas y esta cifra aumentará hasta el 60% en 2030.
El sector de la construcción contribuye al deterioro medioambiental ya sea en la fase de extracción y fabricación de materiales, en el diseño de la edificación (que influye decisivamente en su rendimiento energético) o en la gestión de la obra y de sus residuos. Por ello, se hace necesario nuevas formas de infraestructuras que sean más respetuosas con el entorno que las rodea.
Una de las iniciativas más extendidas es crear infraestructuras sostenibles a partir de materiales reciclados como pueden ser los contenedores navales. De esta manera, logramos reutilizar el excedente de contenedores abandonados en cómodos espacios habitables con características modulares, económicas y de diseño vanguardista.
Este tipo de construcciones cuentan con una serie de ventajas asociadas:
• El coste puede reducirse hasta un 50% respecto a las edificaciones tradicionales, oscilando entre los 12.000 y 60.000 euros
• El impacto medio ambiental es bajo
• Muy resistentes ya que están basadas en herramientas de carga con pilares de hierro y un diseño regular
• Proceso de construcción es flexible y rápido al tratarse de módulos de fácil transporte
Además, la estructura modular de los contenedores permite todo tipo de posibles combinaciones. De esta manera, se pueden crear viviendas con el número de pisos o habitaciones que se desee y en los que la integración de escaleras, agua corriente, electricidad u otro tipo de material no ofrezca problema alguno.
El impulsor de este tipo de edificios es Urban Space Management cuya idea es crear “Ciudades Contenedores” en todas las regiones. Estas zonas estarían equipadas con espacios para el deporte y el trabajo. Se estima que este tipo de construcciones pueden desarrollarse en tal solo tres meses.
El proyecto ya se ha puesto en marcha al este de Londres, en concreto, en una zona restaurada de Docklands. Gracias a su éxito, esta zona cuenta ya con una segunda fase de construcción en la que también se ofrecen viviendas residenciales. Asimismo, su sistema de diseño se ha utilizado en otras construcciones en Reino Unido tan diversas como aulas de colegio, oficinas o centros para jóvenes.