Una Vancouver cada vez más verde
Vancouver, situada en la costa pacífica de Canadá y fundada hace apenas 130 años, es la tercera área metropolitana más grande después de Toronto y Montreal. En 2011, fue elegida como la ciudad con mejor calidad de vida, en parte, por su clima húmedo que le dota de zonas verdes inmensas y porque fue una de las primeras urbes en reconocer la importancia del cambio climático.
Hoy en día, es una de las capitales más ecológicas del mundo (un 90 % de la energía que consume proviene de energía hidroeléctrica, entre otras cosas) pero aspira a ser la mejor con su ambicioso plan de acción.
En 2009, puso en marcha “Vancouver 2020: un futuro verde y brillante”, inspirado en la idea sueca de alcanzar la sostenibilidad en lo que dura una generación. El objetivo es convertir a la ciudad en un líder mundial en estrategias urbanas verdes. Entre los puntos que se han fijado se encuentran:
• Economía verde: se pretende doblar el número de empleos verdes (en los cuales más del 50% saldrían de la construcción sostenible) y hacer una “ecologización” de todos los sectores de su economía y conseguir así un retorno de la inversión, la atracción de empresas y la creación de nuevas oportunidades.
• Liderazgo climático: eliminar la dependencia de los combustibles fósiles y reducir con ello los gases de efecto invernadero en un 33% mediante concienciación ciudadana o la implementación de sistemas de captación de gases contaminantes de la fermentación anaeróbica en los vertederos.
• Construcción sostenible: se busca que los edificios que se construyan de ahora a 2020 produzcan cero emisiones o las reduzcan un 20%.
• Transporte ecológico: conseguir que la mayoría de los viajes (más del 50%) se hagan a pie, en bicicleta o en transporte público, además de reducir las distancias recorridas de sus habitantes en un 20%.
• Residuos cero: reducir los residuos sólidos que van al vertedero o incineradora en un 50%, recoger los gases de descomposición anaeróbica de los vertederos y crear un nuevo mercado de materiales reutilizados.
• Acceso a la naturaleza: los parques benefician nuestra salud física y emocional ya que ayudan a reducir nuestros niveles de colesterol, de estrés y presión de sangre si se hace uso de ellos. Se pretende que todos los residentes de la ciudad vivan a 5 minutos andando de un parque o un espacio verde y plantar 150.000 nuevos árboles.
• Menor huella ecológica: minimizar la huella ecológica un 33% respecto los niveles de 2006 utilizando un justo uso compartido de la tierra.
• Agua limpia: bajar el consumo de agua en un 33% respecto los niveles de 2006, tener la mejor agua para beber y más limpia del mundo.
• Aire más puro: mediante el estímulo del transporte de vehículos eléctricos, reduciendo los humos de la quema de madera o las emisiones de navíos cuando están en el puerto, hacer estrategias para redirigir los compuestos orgánicos volátiles, etc
• Comida de proximidad: el transporte de la comida emite grandes cantidades de CO2, por eso, han entendido que se debe potenciar la agricultura urbana y la comida de proximidad.
El fundamento del plan se basa en la idea de que la prosperidad sostenible es una ventaja, no una carga ya que los elementos que hacen a una comunidad sana, también la hacen más rica.
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