Tres mitos sobre la inteligencia artificial
El uso de la inteligencia artificial en las empresas ha aumentado hasta el 11,8%, 3,5 puntos porcentuales más que el año pasado según el informe “Uso de Inteligencia Artificial y Big Data en las empresas españolas 2022” publicado por ONTSI. Además, en empresas con diez o más personas empleadas, la IA sirve de herramienta, sobre todo, para la automatización de flujos de trabajo y ayuda en la toma de decisiones. Su uso se ha incrementado del 38,6% al 46,2% en el último año.
Todos estos datos que esta tecnología ya está preparada para transformar el futuro (no tan lejano) de nuestra vida, tanto de forma directa como indirecta a través de las diferentes industrias. Las empresas ya la tienen en cuenta dentro de su inversión tecnológica y buscan expertos y expertas que sepan cómo sacarle el máximo potencial. Sin embargo, se sigue especulando y mitificando ciertos aspectos de la inteligencia artificial. Vamos a analizar tres de ellos.
1. La IA reemplazará el trabajo humano.
Esta es una de las cuestiones que más incertidumbre despierta en las personas. Según un estudio del economista del MIT (Massachusetts Institute of Technology), David Autor, el 60% de los empleos existentes en 2018 no existían en 1940, dato que demuestra que la tecnología es capaz de crear nuevas posibilidades.
El 91,5% de las empresas líderes ya han invertido en IA, y esto no ha significado menos empleos, sino todo lo contrario, según explica un informe de CompTIA. Además, sólo el 23% del salario de los trabajadores podrían sustituirse de forma rentable por esta tecnología, según un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Todos estos datos reflejan que, sí, las personas necesitarán sumir nuevas tareas y aprender nuevas habilidades y conocimientos, pero no, no desaparecerá la necesidad de la acción humana.
De hecho, las empresas que integran sistemas de IA a tiempo para satisfacer las necesidades actuales y futuras siguen siendo más competitivas y, por tanto, son capaces de garantizar la continuidad ciertos puestos de trabajo.
2. No podemos controlar la inteligencia artificial.
Aunque muchas personas creen que la inteligencia artificial acabará superando a la humana, la información actual refleja que la tecnología es totalmente controlable. Por sí misma no tiene objetivos, emociones o expectativas. Por lo tanto, la frase “no podemos controlar la inteligencia artificial” hay que cogerla con muchos matices. Jean-Gabriel Ganascia, profesor de informática de la Universidad de la Sorbona, comentó: “No es posible que la IA acabe siendo más inteligente que los humanos, se trata de un mito inspirado por la ciencia ficción”
Sin embargo, lo que sí es cierto es que no se puede controlar a las personas que dan forma a esta tecnología, ni sus objetivos y expectativas. La clave está en el uso que los humanos demos a estas tecnologías.
Por lo tanto, es crucial asegurarnos de que creamos y utilizamos la inteligencia artificial para el beneficio de todos. Esto es lo que ya están haciendo organismos internacionales y grandes empresas como Siemens y sus empleados.
En Siemens ya se apuesta por la inteligencia artificial para conseguir una mayor eficiencia en diferentes ámbitos, permitiendo a las personas centrarse en tareas más estratégicas o complejas. Ejemplo de ello es el resultado de la unión entre Siemens y Microsoft, que están aprovechando el poder de colaboración de la inteligencia artificial generativa para ayudar a las empresas industriales a impulsar la innovación y la eficiencia en el diseño, la ingeniería, la fabricación y el ciclo de vida operativo de los productos.
Para mejorar la colaboración interfuncional, las empresas están integrando el software Teamcenter de Siemens para la gestión del ciclo de vida del producto con la plataforma de colaboración Teams de Microsoft y los modelos de lenguaje de Azure OpenAI Service, así como otras capacidades de Azure AI.
3. La inteligencia artificial es algo nuevo.
El término «inteligencia artificial» (artificial intelillence) fue acuñado por John McCarthy en 1956 durante la Conferencia de Dartmouth, un evento histórico que reunió a algunos de los mejores científicos de la época para discutir la posibilidad de crear una máquina que pudiera pensar como un ser humano.
Por lo tanto, no, la inteligencia artificial no es nueva, aunque su mayor impulso se haya producido en los últimos años debido, fundamentalmente a:
- Una potencia informática sin precedentes.
- Grandes cantidades de datos.
- Mejores algoritmos.
Además, ¿sabías que Siemens fue uno de los primeros pioneros de la IA? Su departamento central de investigación ya estaba trabajando en el tema en la década de 1970, mucho antes de que se fundaran muchos de los actores actuales de esta tecnología.
Ya en 1974, se iba a investigar un «sistema interactivo, automático y de preguntas y respuestas en lenguaje natural«, lo que podríamos interpretar como “la abuela” del famoso ChatGPT.
Si quieres saber más sobre la historia de la inteligencia artificial, puedes encontrarlo en este enlace.