#Siemens120: ¿Cómo vencimos la noche vallisoletana?
En 1909, a sólo doce años de su inauguración, el alumbrado público del casco histórico de Valladolid fue sustituido por otro más moderno y eléctrico.

Siemens fue la empresa elegida por el Ayuntamiento que se encargó de reemplazar la totalidad de sus luminarias además de innovar el sistema de abastecimiento energético de las mismas.
Desde la antigua fábrica de tejidos conocida popularmente como «La Electra«, la central generadora de fluido eléctrico conseguía iluminar tanto las calles adyacentes a la céntrica Plaza Mayor como el Círculo de Recreo Mercantil.
Gracias a la obra, el alumbrado dejó de funcionar con petróleo e implementó un método de iluminación mucho más moderno y eficaz. A partir de entonces los serenos dejaron de subir las farolas con escaleras a cuesta aunque siguieron rondando de noche para velar por la seguridad de los vecinos.
El alumbrado eléctrico supuso una notable mejora de la ciudad castellano leonesa que, entre otras cosas, animó a sus 70.000 habitantes a pasear alegremente por la noche sin tropezar con el empedrado de las calles.
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