Manuel Alonso Hidalgo: «Viajar a otros países es enriquecedor y te permite estar a lo último en tecnología»
Hoy entrevistamos a Manuel Alonso Hidalgo, ingeniero industrial especializados en electrónica industrial. Empezó a trabajar en Siemens hace 16 años, toda una vida dedicado a las turbinas. Nos comenta que visitar otros países es para él algo enriquecedor y que le permite también estar en lo último en tecnología.
Pregunta: ¿Con qué tipo de máquinas has trabajado?
Manuel Alonso Hidalgo: Con todas. Yo cuando entré el personal que había era inglés, estábamos dos técnicos españoles. Los comienzos fueron muy complicados, la gente que estaba aquí no aceptaban que entrara gente local. Entonces ibas con ellos a las plantas y parecía que no te querían enseñar nada. Las turbinas son máquinas muy complejas y tienes que ir con mucho cuidado. Si haces mal la operación puedes dañar la máquina, son equipos muy caros, y después puede repercutir, con pérdidas considerables, en el proceso industrial. Pero es un campo que me gustó mucho, yo no tenía experiencia con turbinas y la verdad que, cuando algo te gusta y lo haces con pasión, pues lo llevas adelante. Me involucré en todas las máquinas, tanto aeroderivadas de General Electric, que las conozco bien, como con todo el rango de máquinas Siemens, industriales y de solar.
P: ¿Durante estos años, ¿te has seguido formando?
R: He ido a cursos a nuestra fábrica en Lincoln, pero mi mayor formación ha sido siempre en campo, es como más aprendes.
P: ¿Cuál es tu principal función en planta?
R: Mi especialidad es más la parte de control, me siento muy a gusto y le saco mucho partido. También hago puestas en marcha de máquinas. Luego si estoy de guardia y tengo que arrancar una máquina o cambiar una pieza, lo hago también. No hay problema, la conozco perfectamente. Pero por ejemplo, si hay que cambiar un núcleo, eso ya no lo hago porque no me gusta y, además, creo que cada uno tiene que especializarse, no es bueno abarcarlo todo.
P: ¿Como ingeniero de campo, ¿participas en la planificación de alguna parada?
R: Sí, a veces me llama el manager cuando preparamos el briefing, unos meses antes de la parada con el cliente, para analizar qué cosas hacen falta. Con los compañeros de la oficina trabajo bien, no hay ningún tipo de problema, hemos trabajado mucho y somos un equipo.
P: ¿Cuánto es lo máximo que has estado fuera de tu casa? ¿Y cómo lo llevas?
R: Casi 2 meses. Tengo un niño de 10 años y cada vez me cuesta más viajar, además de que no me gustan los aviones, volar. Lo haces y ya está. Me encanta mi trabajo, pero cuando tienes
un niño, es más complicado. Al final, te adaptas porque en todas las profesiones el trabajo es el trabajo. Estamos fuera, pero también estamos mucho tiempo en casa. Compensas una cosa con otra. No es que estés siempre fuera, entonces sería imposible.
P: En el tiempo libre cuando estás fuera ¿practicas algún deporte?
R: Sí, suelo elegir los hoteles con gimnasio. Yo más bien soy de descansar en el hotel porque me levanto temprano.
P: Y en materia de seguridad, ¿estamos concienciados a nivel empresa, individual, clientes?
R: Un cambio muy importante es en la Dirección que está muy concienciada y nos apoya, en ese aspecto sí que estoy contento. Por ejemplo en Italia, hemos parado un trabajo en una plataforma petrolera, bueno, parado, le hemos pedido a un cliente que parasemos un trabajo porque no había una plataforma alrededor de la turbina y era inseguro trabajar así; solo existían unos escalones que nos podíamos caer.
Nos dijeron que éramos los primeros en pedir eso, que habían pasado cientos de técnicos y que no habían dicho nada. El cliente se negó a poner la plataforma y su decisión fue llamar al helicóptero y mandarnos para casa. Yo lo reporté en el Krima y nos fuimos a casa. Así de sencillo. En todo momento nos sentimos respaldados por la Dirección a la hora de tomar nuestra decisión. A mí el tema de seguridad casi me cuesta la vida en Huelva, porque hubo un escape de gas químico en la planta. Entonces me lo tomo muy en serio, sobre todo desde el accidente de Frederick. Yo no pienso lo mismo ahora que hace 10 años. Antes no te centrabas en la seguridad, ahora sí. Sin embargo, en campo todavía hay que seguir trabajando de la mano de nuestros clientes. Vamos mejorando, pero hay muchas deficiencias. Estamos en entornos muy críticos de trabajo. Sobre todo, escucharnos a la gente que estamos trabajando y que vemos los problemas, conocemos a los clientes. Falta mucho. El escuchar y ser proactivos en dar soluciones. Que no piensen que cuando dices que hay un problema de seguridad, eres problemático, eso nos ha pasado a varios.
P: ¿Algún problema técnico importante que hayas solucionado en campo y que quieras compartir con tus compañeros?
R: Es que al final hay tantos. Por ejemplo, en la máquina de un cliente del automóvil, que daba vibraciones en el cojinete de entrada y no encontrábamos una solución con fábrica. Querían cambiar el cojinete y al final vimos que era un problema de una vibración que se acoplaba a la vibración real. Es decir, el aceite dentro del cojinete generaba una vibración, comprobamos que las vibraciones subían cuando se cambió el filtro de aceite, entonces al poner un filtro viejo volvían las vibraciones a estar ok. Después también disparos fortuitos.
Por ejemplo, en una planta papelera no hace mucho, tuvimos una avería de este tipo antes de la revisión. Solucionamos el tema saneando el lazo de control. En esta planta también, en la parada del año pasado, había un problema, la máquina se disparaba por presión diferencial de los gases de escape de la chimenea y el cliente decía que era la turbina; al final comprobé que había un problema en el bypass de la caldera. El bypass es una clapeta que deriva los gases de la turbina hacia la caldera o los envía a la chimenea. Pues esa clapeta estaba mal posicionada, tenía el eje dañado, y generaba una presión diferencial alta y disparaba, pero como no la puedes ver, era complicado de resolver; fue una situación complicada con el cliente hasta que instalamos un transmisor de presión diferencial y vimos que el problema era en sí del cliente.
Pero hay averías realmente complejas. Hay ruidos, se disparan las máquinas, es un pico y no sabes por qué es. Una vez con un fabricante de papel hace muchos años, estábamos con una máquina de 45 megavatios LM6000, una aeroderivada, y recibimos una llamada al teléfono; hubo un pico de presión, saltó la alarma de presión alta de aceite de la turbina y se paró. Hizo interferencia en la señal y se disparó. Siempre en averías complejas es necesario tener datos para poder evaluar la raíz del problema y eso no siempre es fácil y ahí te ayuda la experiencia adquirida a lo largo de los años.
P: ¿Te gustaría cambiar de tipo de planta, probar otras máquinas?
R: Sí, yo estoy abierto a temas de vapor u otro tipo de turbinas. A mí me encanta probar cosas nuevas.
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