Luz verde al semáforo más eficiente del mundo
¿Sabes dónde se instaló el primer semáforo de luces de tránsito? En Londres, en una calle al lado del parlamento británico de Westminster. Corría el año 1868 y el semáforo era una tecnología bastante arcaica que se basaba en el uso mecánico de dos brazos que se levantaban para cortar el paso al gusto del policía municipal en servicio. Las luces verdes y rojas se empleaban exclusivamente por la noche y se conseguían a través de lámparas de gas… ni hace falta comentar que desde entonces en Londres ha llovido mucho y muchos son los coches y las carretas que han pasado por aquella carretera.
De hecho, hoy en día no solo contamos con soluciones de tráfico que permiten una conducción inteligente y segura en las ciudades, sino también con una innovación que mejora la eficiencia energética de los semáforos en más de un 85%. Se trata de una tecnología que elimina la necesidad de las resistencias de carga y de elementos de conmutación que se usaban hasta ahora en las unidades de semáforo y consumían la mayor parte de la energía.
Si operáramos en una zona urbana con 55 semáforos con tecnología de 1 vatio, podríamos ahorrar más de 6.000 kilogramos de nocivas emisiones de carbono cada año. Es decir, en comparación con los 60 vatios que llegaban a consumir las bombillas de incandescencia, la electricidad que requiere cada uno de los nuevos semáforos puede reducirse a tan sólo uno o dos vatios como mucho.
Los semáforos de LED de última generación
- mantienen un consumo de energía extremadamente bajo
- proporcionan una excelente intensidad luminosa
- reducen los costes de servicio ya que cuentan con monitores ópticos que comprueban de forma permanente el estado de los mismos
¿Un ejemplo concreto de la implementación de esta tecnología? Una ciudad de las dimensiones de Berlín podría evitar la emisión de hasta 2.000 toneladas de CO2 y ahorrar 500.000 euros en costes energéticos en tan solo un año. Al contrario, si no se utilizan los semáforos eficientes, la capital germana tendría que plantar unos 2000 árboles de hoja caduca todos los años para poder compensar las emisiones.
El mensaje ya ha llegado hasta en la provincia italiana de Bolzano y Bietigheim-Bissingen, una ciudad cercana a Stuttgart, donde ya se están equipando con la novedosa tecnología de semáforos LED.