Los cinco hitos espaciales más relevantes de la historia
El sábado 20 de julio se cumple el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Un hito espacial que marcaría un antes y un después en la historia. El alunizaje fue retransmitido por televisiones de todo el mundo y se convirtió en uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX.
Desde el lanzamiento del primer cohete espacial hasta la llegada de un robot a Marte, hemos experimentado una auténtica revolución tecnológica en la carrera por descubrir qué hay más allá de nuestro planeta. Hoy hacemos un repaso de los hitos espaciales más importantes de la historia:
Sputnik (1958)
El primer satélite que traspasó nuestras fronteras atmosféricas tenía acento soviético. Fue capaz de obtener información sobre la densidad de las capas altas de la atmósfera, así como de la propagación de las ondas de radio en la ionosfera.
Este hito supuso la primera victoria en esta carrera espacial para la Unión Soviética y sería el primero de una serie de cuatro satélites del programa Sputnik que la URSS planeó para, entre otras cosas, celebrar el Año Internacional Geofísico (1957-1958).
Los Apolo (1960-1970)
Si algo había claro durante la carrera espacial es que era terreno de dos jugadores: EEUU vs URSS. La Unión Soviética llevaba clara ventaja sobre los americanos en obtener logros en su conquista del espacio.
Desde la llegada del primer hombre y mujer en el espacio, hasta poner en órbita a un animal, todos los grandes hitos espaciales de la década de los 50 y 60 tenían tintes soviéticos.
Sin embargo, EEUU se guardó una buena carta bajo la manga. John F. Kennedy anunció que llevarían un hombre a la Luna durante la Guerra Fría. Y así lo hizo.
En 1969, el ‘Apolo 11’ despegó con tres hombres a bordo, entre ellos el famoso Neil Armstrong. 50 años después, sigue siendo uno de los mayores hitos espaciales de todo los tiempos tanto por haber sido en el evento más seguido de la época como por los ecos que, aún hoy, sigue teniendo en la historia.
Tanto el módulo de mando «Columbia» como el módulo lunar «Eagle» disponían de una iluminación especial que mantenía las pantallas del ordenador de a bordo iluminadas y permitía a los astronautas leer fácilmente los datos incluso en condiciones de luz difusa.
Las lámparas electroluminiscentes, desarrolladas por Siemens, iluminaron las pantallas y los paneles de instrumentos con luz verde mágica, sin consumir casi nada de electricidad. Fueron extremadamente seguras y duraderas – factores que significan mucho cuando estás a cientos de miles de kilómetros de la Tierra. Las lámparas incandescentes comunes que consumían mucha energía y que se habían utilizado anteriormente se volvieron obsoletas.
Desarrollados en la Wernerwerk para la tecnología médica, estos diodos especiales habían sido concebidos originalmente para aplicaciones completamente diferentes. Durante ocho años, Siemens investigó los fosfuros de sulfuro de zinc, que aprovechan el fenómeno de la electroluminiscencia. Cuando los pones en un campo eléctrico alterno, emiten luz.
Se utilizaron principalmente para la visualización de instrumentos en dispositivos eléctricos para aplicaciones médicas. Pero sus características especiales hicieron de estos fósforos un candidato ideal para cosas mayores: también eran buenos para los viajes espaciales, y ya habían sido instalados para un vuelo de prueba no tripulado para la misión espacial Apolo 6 en 1968. Y Siemens disfrutó de un efecto secundario positivo – una vez que se supo que los fósforos habían sido usados para el alunizaje, la demanda del producto se disparó.
Además de esta contribución, Siemens ayudó a crear la tecnología básica para el desarrollo de componentes y materiales especiales para las comunicaciones por satélite como:
- La construcción de estaciones de seguimiento
- Desarrollo de proyectos científicos relacionados con los satélites
- Investigación sobre la propulsión de cohetes
- Generación de energía durante los vuelos espaciales
Pioneer 10 (1983)
A comienzos de los ochenta, llegó la última señal del Pioneer 10 que emprendió su rumbo hacia la estrella de Aldebarán. Fue la primera sonda que llegó hasta Júpiter.
La nave fue conocida porque contenía una placa para que la civilización
extraterrestre pudiese interceptarlo, una especie de “mensaje en una botella” para el resto del Universo.
Curiosity (2011)
Tras la conquista de la Luna y una aproximación (poco certera) a Júpiter, la NASA se propuso alcanzar otra de las estrellas más cercanas a la Tierra: Marte.
Los aterrizajes de naves espaciales no tripuladas en Marte están entre los más espectaculares de los vuelos espaciales. El punto culminante de estas misiones hasta la fecha fue el aterrizaje del rover «Curiosity» el 6 de agosto de 2012, después de un viaje que recorrió 570 millones de kilómetros y duró más de ocho meses.
El objetivo era ampliar nuestro conocimiento del Planeta Rojo y prepararnos para misiones tripuladas a largo plazo. Con un peso de 900 kilogramos y tan grande como un coche pequeño, «Curiosity» fue el vehículo más grande y desarrollado de la NASA hasta la fecha. Y Siemens desempeñó un papel clave en el éxito de la misión.
En el desarrollo del rover, los ingenieros de la NASA aplicaron software de gestión del ciclo de vida del producto (PLM), simulación y diseño de Siemens. Estas soluciones ayudaron a:
- Diseñar el vehículo digitalmente
- Simular procedimientos complejos de movimiento
- Ensamblar la construcción virtualmente antes de construir un prototipo
Fue un éxito rotundo. Sólo la fase más delicada de la misión – el aterrizaje en Marte – fue simulada unas 8.000 veces por adelantado, y sus procedimientos fueron optimizados lo suficiente como para que finalmente tuviera éxito.
La participación actual de Siemens en los vuelos espaciales se centra en gran medida en las soluciones de software. La moderna tecnología de los vuelos espaciales de hoy en día -ya sean satélites, sondas, equipos para telescopios espaciales o vehículos espaciales de todo tipo- sería impensable sin soluciones digitales disponibles hoy en día.
La vida en la Estación Espacial Internacional (Actualidad)
Por ahora, solo es un proyecto, pero la NASA y otras agencias espaciales qué es lo que el hombre necesita para desarrollar vida más allá de la Tierra. Para ello, envía durante periodos de tiempo a varios especialistas a la Estación Espacial Internacional. Hoy por hoy, se considera un hito en la ingeniería aeroespacial.