Las construcciones serán verdes e inteligentes (o no serán)
¿Cómo te imaginas tu casa o tu oficina en el futuro? No sabemos si llegarás a ella en una nave o si tendrán un acceso de seguridad que te reconozca el iris, lo que sí sabemos es que los edificios serán inteligentes.
El concepto de infraestructuras sostenibles ha dado paso a las construcciones verdes e inteligentes que reflejan los avances y la convergencia de los sistemas de seguridad y eficiencia energética.
Las soluciones sostenibles, por supuesto, siguen teniendo una gran importancia en las edificaciones, pero ahora ya no son independientes sino que forman parte de un sistema digital integrado.
Para conseguir esta unión entre los diferentes sistemas de seguridad y eficiencia energética, se utiliza la inteligencia. Ahora, los edificios son capaces de generar datos (Big Data) en función de nuestro comportamiento. Unas plataformas de control los analizan de forma remota y envían órdenes a nuestra casa u oficina en función de los mismos.
Es decir, nuestra residencia sabe a qué hora existe mayor demanda de electricidad y puede almacenarla para su uso posterior. También puede identificar un estado de emergencia, como un incendio, y abrir automáticamente las puertas de emergencia y bloquear los ascensores para facilitar la evacuación.
La digitalización junto con la automatización, como en otras muchas áreas, es clave en los edificios y consigue que las construcciones sean más eficientes. Además, para que estén al alcance de todos, estas soluciones son fácilmente aplicables a los nuevos proyectos arquitectónicos y también se pueden implantar en los ya existentes.
Si todo esto te suena más a ciencia ficción que a realidad, te invitamos a descubrir Desigo CC, una plataforma inteligente de gestión de edificios, preparada para el presente y el futuro, que integra las distintas disciplinas de un edificio como:
- Climatización
- Iluminación
- Control de persianas
- Energía
- Protección contra incendios
- Seguridad
Esta solución de consigue reducir un 20% el consumo gracias a la regulación de la temperatura y un 80% por la de las lumínicas. Además de generar ahorros sustanciales, cortos periodos de retorno de la inversión, costes de mantenimiento reducidos, flexibilidad de las instalaciones, confort optimizado y las aplicaciones amigables.
Si eres de los de ver para creer, ya puedes creértelo, ¡los edificios son inteligentes!