El uso de las apps se ha convertido en un fenómeno en todo el mundo. El número de aplicaciones disponibles para descarga en smartphones y tablets alcanzan las 600.000, llegando a superar los 25 mil millones de descargas desde su creación. Desde herramientas para conversación instantánea como Whatsapp hasta apps para consultar tu peso ideal o crear tu propio gift animado, esta revolución tecnológica ha llegado al mundo sanitario, convirtiéndose en la tercera categoría de app de mayor crecimiento con 10.000 aplicaciones médicas.

Fuente: http://store.apple.com/es

A pesar de disponer de una gran variedad de herramientas para un sinfín de utilidades, el gran potencial de las apps de salud son su capacidad para promover la medicina preventiva, consiguiendo menos visitas a médicos y, por tanto, mayores ahorros. Las aplicaciones sanitarias pueden ayudar a:

  •  Elegir el médico más acorde a nuestra patología
  •  Mejorar dietas y hábitos de vida, lo que conllevaría a un menor número de enfermedades en la población
  •  Gestionar las enfermedades crónicas desde el domicilio sin necesidad de trasladarse al centro de salud, reduciendo las esperas médicas y ahorrando costes
  •  Extender la asistencia sanitaria hasta zonas de difícil acceso o de pocos recursos como países en vías de desarrollo

Los usuarios de este tipo de utilidades sanitarias buscan información y una mayor prevención ante posibles patologías. Entre las aplicaciones más destacadas sobre salud, nos encontramos FoodWiz.co, herramienta para personas con alergias que, con la simple lectura del código de barras de un producto, saben si contienen algún componente alérgeno (nueces, gluten, lactosa…). Otra apps de éxito es iStethoscope, que gracias al micrófono del iPhone o iPod Touch, permite al usuario escuchar sus latidos y generar un gráfico con su ritmo cardiaco.

Estos son solo algunos de los ejemplos de aplicaciones médicas que podemos encontrar en App Store y que podrían ser de utilidad para agilizar el funcionamiento de centros sanitarios, previniendo enfermedades y potenciando la Telemedicina. Sin embargo, el desarrollo de un mayor número de apps médicas se encuentra impedido por el recelo que ha provocado el auge de este tipo de herramientas en las administraciones públicas. En este sentido, la FDA (U.S. Food and Drug Adminsitration) impone una serie de controles que retrasan el lanzamiento de apps. Es un terreno burocrático en el que muchos desarrolladores no están acostumbrados a moverse, debido a la falta de regulación en internet.

De cualquier modo, el uso de aplicaciones sanitarias será el futuro de la medicina, ayudando a prevenir enfermedades y a monitorizar pacientes desde sus casas. Todo ello, repercutirá en diagnósticos más eficaces, menor tiempo de espera y ahorro en costes médicos.