España es el segundo mayor fabricante en Europa de cerveza pero, en paralelo, está atravesando un periodo crítico en lo que respecta a la reserva hídrica, poniendo en riesgo muchos aspectos clave como la agricultura. Por lo tanto, al igual que sucede con otras bebidas y alimentos, la producción de esta bebida tan característica podría estar en serio peligro.

Ante esta situación, la tecnología se presenta como la opción perfecta para hacer frente a los principales retos del sector agrícola, desde la gestión del agua hasta la rentabilidad de la producción. Hoy en el blog, hablamos de ello a través de un ejemplo claro, una empresa gallega llamada Ekonoke que alberga uno de los proyectos más pioneros de la tecnología Indoor Farming, tecnología con la llega a reducir el consumo de agua para cultivo en más de un 90%. Es decir, logra más con menos.

El Indoor Farming es clave para el futuro de la cerveza

Ekonoke empezó hace pocos años con la idea de encontrar una solución para el cultivo del lúpulo, ingrediente clave para crear la cerveza y que está muy amenazado por el riesgo climático. A pesar de los obstáculos que se encontraron por el camino, cultivarlo en Indoor Farming se presentaba como la mejor opción para lograr el objetivo del proyecto.

Por ello, acudieron a las últimas tecnologías para liberar el cultivo de las inclemencias climáticas, controlando todos los aspectos del crecimiento de las plantas, desde la luz hasta el riego. De esta manera, Ekonoke ya está consiguiendo más de tres cultivos por año en comparación con un cultivo en campo.

Ekonoke preguntó referencias y las recomendaciones de otras organizaciones el llevaron hasta Siemens. Su tecnología le permite transformar el futuro del sector cervecero con una producción mucho más eficiente y sostenible. Ahora, pueden tomar mejores decisiones sobre la producción, rentabilidad y calidad del cultivo. Todo ello, basado en datos

La compañía cuenta con:

Ventajas de digitalizar el cultivo del lúpulo

Gracias a esta digitalización, Ekonoke ya puede, entre otras cosas:

  1. Ofrecer a las cerveceras una garantía al 100% del suministro de sus variedades preferidas, independientemente del clima.
  2. Ofrecer un cultivo local, producido muy cerca de la cervecera, con todas las ventajas que también incluye este aspecto.  
  3. Reducir la huella de carbono del suministro, la huella hídrica. Solo utiliza energía renovable y no hace uso de pesticidas, herbicidas ni fungicidas.

Este es un claro ejemplo de cómo la unión de ciencia y tecnología es capaz de asegurar la viabilidad de la resiliencia de la producción de un ingrediente tan común como el lúpulo, de forma eficiente y sostenible. Si quieres saber más sobre Ekonoke y su proyecto, accede a este enlace.