Nueva York, la tercera ciudad más poblada del planeta y uno de los centros económicos más importantes del mundo, se encuentra en constante crecimiento, dificultando la creación de espacios verdes. Aun así, una vez más, la ciudad americana vuelve a ser pionera en un proyecto sostenible, reinventando el papel de las zonas verdes en las ciudades.

Los arquitectos James Ramsey y Dan Barasch han diseñado el “Delancey Underground”, una iniciativa para la creación del primer parque subterráneo del mundo. A continuación analizamos sus principales características:

1. Localización:
El parque estaría ubicado en la terminal del tranvía de Williamsburg situado en el distrito de Manhattan. Esta estación entró en servicio en el año 1903 pero desde el año 1948 quedó totalmente abandonada. A pesar de llevar más de 60 años en desuso sigue conservando su encanto, convirtiéndose en el emplazamiento idóneo para el desarrollo de nuevos conceptos urbanísticos como este.

2. Tecnología:
James Ramsey, miembro de Raad Studio, ha desarrollado una nueva tecnología que consiste en dirigir la luz solar hacía el subsuelo por medio de cables de fibra óptica. Para ello, es necesario la instalación de receptores solares al nivel de calle que posibiliten captar la luz durante el día. Este innovador sistema no permite el paso de los rayos ultravioletas (dañinos para la piel) y sin embargo si deja que las plantas puedan realizar la fotosíntesis a pesar de encontrarse bajo tierra.

3. Visión:
El objetivo de este proyecto va más allá de la renovación de un espacio obsoleto. La idea es crear una zona donde la comunidad pueda encontrar entretenimiento, negocios locales, arte y cultura fusionado con la naturaleza.

Espacio actual: terminal del tranvía de Williamsburg

4. Financiación:
Para poder realizar este proyecto encontrar inversores es fundamental. Para ello, se creará una demo a gran escala, que permita tener una completa visión del parque. Esta demo requiere una inversión de 100.000 dólares y para recaudar ese dinero se ha creado una campaña en una plataforma de financiación colectiva que ha sido todo un éxito, habiéndose superado de lejos esa cifra. ¿La clave? El respaldo masivo de los neoyorkinos a este proyecto.

Se realice o no esta iniciativa, es innegable que las ciudades están buscando cada vez más alternativas sostenibles que permitan convertir los espacios urbanos en zonas más habitables y respetuosas con el medio ambiente.