Datos que reparan “fracturas”
Un software, más allá de ser una herramienta que procesa miles de datos, es un gran aliado en la lucha contra los retos a los que nos enfrentamos en la actualidad. Ya sea para mejorar la seguridad en las ciudades, controlar el buen funcionamiento de una fábrica o garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario, este tipo de soluciones facilitan a los profesionales las tareas más complejas, ahorran costes y quizá lo más importante, ayudan a mejorar la calidad de vida de miles de personas. Algo a tener en cuenta si consideramos que el progresivo envejecimiento de la población genera un importante impacto en nuestra economía
El hecho de que cada vez vivamos más y mejor es uno de los grandes éxitos del estado de bienestar y de nuestra sociedad, pero abre la puerta a nuevos retos. Ya en el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), se alerta sobre las consecuencias que puede tener para nuestro sistema el aumento de la esperanza de vida.
Según sus datos, el porcentaje de población mayor de 64 años respecto a los menores de 16 ha pasado del 36% en el año 1975, al 82% en 1995 y al 108% en 2012. Esta dinámica no es exclusiva de España. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que en 2017 y por primera vez en la historia, el número de personas mayores de 65 años podría superar al de niños menores de 5 ¿Y esto en qué se traduce? En un incremento del número de pacientes, mayor número de enfermedades crónicas y un aumento de la dependencia.
Está claro que esta situación tendrá obligatoriamente que suponer un cambio en el modelo sanitario tal como lo conocemos. El uso de las Tecnologías de la Información (TICs) será de vital importancia para ofrecer un correcto trato al paciente. Las TICs crean una red digital que permite la consulta de pruebas e imágenes de manera instantánea y desde cualquier dispositivo digital, lo que se traduce en ahorros de tiempo y costes y da lugar a lo que denominamos “hospital sin papeles”.
Un ejemplo claro lo tenemos en aplicaciones clínicas como syngo.via, que permiten acceder a las imágenes radiológicas desde diferentes terminales (como Smartphone o Tablets) de forma inmediata, poniéndolas a disposición de cualquier especialista que necesite consultarlas. Además, estas imágenes pueden combinarse con los resultados de otros análisis o pruebas, lo que facilita al médico su labor y mejora la calidad de vida del paciente.
El último avance en esta materia lo hemos descubierto hace unos días. Gracias a los equipos de investigación syngo.via ahora podemos descifrar los “entresijos” de los tejidos óseos mediante un TAC. Con esta aplicación, las fracturas o roturas son detectadas en cuestión de segundos, una labor que antes debían realizar los radiólogos sin ningún tipo de ayuda. Esta característica reduce significativamente el tiempo de diagnóstico y facilita el trabajo de los sanitarios. Echad un vistazo vosotros mismos a este genial vídeo: