La capital danesa, con una población que ronda los 500.000 habitantes, es una de las ciudades más sostenibles de Europa. Así quedó demostrado al situarse en el puesto nº1 del ranking Green City Index que realizó Siemens en colaboración con EIU (Economist Intelligence Unit) hace dos años.

Green City Index evalúa el impacto medio ambiental de las ciudades, otorgándoles una puntuación en función de sus logros al respecto. En el último informe realizado, Copenhague  consiguió 87,31 puntos, de un máximo de 100, convirtiéndose en la ciudad europea mejor clasificada. Veamos las claves que permitieron lograr eso:

Emisiones
La ciudad ha conseguido reducir sus emisiones de CO2 en un 20% en los últimos 15 años, a pesar de que la población ha aumentado en un 7% en ese mismo periodo de tiempo. Para el 2015, la ciudad pretende reducirlas en otro 20% adicional y en 2025 el objetivo es conseguir las cero emisiones.

Energía
Las casas danesas se encuentran entre las más eficientes del mundo, incluso a pesar de que dos terceras partes de los edificios hayan sido construidos antes de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el consumo energético en sus edificios residenciales es el más bajo de todas las ciudades que participaron en el ranking, ya que todas las casas estén conectadas al sistema de calefacción urbano, lo que ayuda a mantener el consumo energético bajo.

Transporte
El número de personas con coche propio es más reducido que en otras partes de Europa, siendo Dinamarca el país europeo donde comprar un vehículo resulta más caro.

La ciudad cuenta con un eficiente sistema de transporte público (metro, tranvía y autobús) permitiendo que cada ciudadano pueda acceder a él en un radio de 350 metros. Además, hay más de 388 kilómetros de rutas en bicicleta. Se pretende que para el 2015, el 50% de la población utilice este medio para desplazarse a su trabajo.


Agua
El tratamiento de aguas residuales, las campañas de concienciación y los sistemas de medición del consumo de agua, obligatorios en todos los hogares desde 1999, han hecho que la ciudad mejore considerablemente su consumo de agua. El objetivo para este año es que cada habitante consuma 100 litros al día, en lugar de los 114 que se consumían en 2007.

Residuos
Un 55% de los residuos son reciclados y gran parte de los restantes son incinerados en plantas que se conectan con el sistema de calefacción de la ciudad, el llamado District Heating que la abastece de calor por una red urbana, como ocurre con el agua o el gas.

Zonas verdes
Un 80% de los habitantes de la ciudad tienen un parque a menos de 300 metros de su hogar y para el 2015 se quiere mejorar estas cifras creando 14 nuevos parques y plantando más de 3.000 árboles en las calles.

Con todas estas medidas la ciudad se posiciona como el líder europeo en sostenibilidad. ¿Mantendrá está posición en próximas ediciones del Green City Index? El tiempo lo dirá.