¿Cómo minimizar los riesgos de ciberataques? Cinco estrategias clave
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad registraron un total de 374.737 ciberdelitos en 2022, un 22% más que durante el año anterior. En el panorama digital actual, las brechas de seguridad representan una amenaza importante para las organizaciones de todos los tamaños e industrias. Las repercusiones de los ciberataques pueden ser muy importantes y van, desde pérdidas financieras hasta daños a la reputación de la propia marca.
Son muchos los ejemplos que nos subrayan la importancia de contar con unas medidas de seguridad sólidas. Desde los ciberataques de ransomware que paralizan a las organizaciones globales hasta las violaciones de datos que exponen información confidencial, las repercusiones de las prácticas de seguridad inadecuadas son graves.
Por lo tanto, priorizar las medidas de seguridad es fundamental para proteger los datos y mantener la continuidad empresarial. A continuación, destacamos algunas estrategias clave para minimizar los riesgos de los ciberataques y mejorar la seguridad general de las empresas.
1. Mejora continua
La seguridad es un proceso continuo que requiere de vigilancia y adaptación constante. Las empresas deben revisar y actualizar continuamente los protocolos de seguridad, monitoreando las fuentes de la industria en busca de desarrollos, vulnerabilidades y posibles amenazas de ciberataques.
Una buena práctica para lograrlo es la automatización de las pruebas de vulnerabilidad o la realización de exámenes de penetración de terceros. Estas medidas proactivas permiten identificar y abordar las posibles brechas de forma ágil, mejorando la defensa cada vez más.
2. Preparación ante posibles ciberataques
A pesar de las medidas preventivas, es posible que se produzcan incidentes. Por ello, es fundamental contar con un equipo de seguridad interno que cuente con la tecnología adecuada y que cuente con los protocolos que sirvan para dar respuesta.
Desde la contención hasta la recuperación, las organizaciones deben contar con procedimientos claros para mitigar el impacto de las brechas de seguridad y minimizar el tiempo de inactividad. Además, los simulacros periódicos garantizan que estos equipos estén bien preparados para gestionar los incidentes del mundo real de la forma más eficaz posible.
3. Capacitación de las personas contra ciberataques
La seguridad es una responsabilidad colectiva. Cada persona que forma parte de la empresa tiene un papel clave en el mantenimiento de un entorno seguro. De hecho, es imprescindible:
- Contar con formación periódica que eduque a los empleados sobre la identificación de las amenazas más comunes como, por ejemplo, los ataques de suplantación de identidad.
- Implementar un modelo en el que los usuarios sean verificados continuamente y los privilegios de acceso examinados minuciosamente.
4. Tener en cuenta la seguridad en la cadena de suministro
La seguridad se extiende más allá de los límites de una empresa. Por eso, no podemos quedarnos solo a nivel interno, sino que debemos tener en cuenta que los proveedores externos sean seguros por sí mismos.
¿Cómo? Una buena opción es aplicar requisitos de seguridad estrictos y realizar comprobaciones para obtener certificaciones como la ISO 27001. Este tipo de medidas pueden ayudar a mitigar los riesgos de la cadena de suministro.
5. Monitoreo y auditoría continuos
Las herramientas de monitoreo sirven como los ojos y los oídos de la infraestructura de seguridad de una organización.
Al analizar de cerca la actividad de la red, los cambios de configuración y el comportamiento de los usuarios, las actividades sospechosas se pueden detectar y abordar con agilidad. Las auditorías de seguridad externas realizadas por expertos independientes proporcionan información valiosa a la empresa sobre las posibles vulnerabilidades y garantizan el cumplimiento de los estándares del sector.
Después de destacar estas cinco claves para minimizar los riesgos de ciberataques en las empresas, es importante destacar que la seguridad nunca debe ser una idea de último momento, sino un aspecto fundamental de la cultura organizacional.
Además, aunque las medidas de seguridad son imprescindibles, no deben suponer un freno para la innovación. Adoptar los avances tecnológicos y, al mismo tiempo, priorizar la seguridad permite a las organizaciones aprovechar los beneficios de las últimas tecnologías y soluciones sin comprometer la integridad de los datos ni la confianza de los clientes.