La idea de tener plantas de energía flotantes no es nueva. Se tienen ejemplos de centrales en alta mar desde principios de los años 90. Sin embargo, este tipo de instalaciones eran ineficientes y muy contaminantes. Eso era hasta ahora.

Debido a la falta de espacio en las ciudades y a los altos costes para la construcción de centrales, el sector ha estado buscando alternativas para hacer que las plantas de energía flotantes sean una realidad.

Siguiendo el ejemplo de las plantas renovables offshore, ahora las centrales eléctricas pueden generar energía sobre plataformas que flotan con el vaivén de las olas. Las plantas de ciclo combinado han visto un filón en esta tendencia y se están beneficiando de sus múltiples ventajas.

¿Qué es una central de ciclo combinado?

Antes de seguir indagando más sobre las plantas de energía flotantes, hay que especificar a qué nos referimos con central de ciclo combinado. Se trata de un tipo de generación eléctrica en la que coexisten dos ciclos termodinámicos en un mismo sistema. En este caso, vapor de agua y gas natural.

Los ciclos combinados generan energía gracias a la transformación de la energía térmica y el gas natural en electricidad mediante dos ciclos consecutivos: el que corresponde a una turbina de gas convencional y el de una turbina de vapor.

Este tipo de centrales se caracterizan por el uso que se realiza del calor generado en la combustión de la turbina de gas, que se lleva a un elemento recuperador del calor y se emplea para mover una o varias turbinas de vapor. Estas dos turbinas, de gas y vapor, están acopladas a un alternador común que convierte la energía mecánica generada por las turbinas en energía eléctrica.

La combinación de estos dos procesos permite alcanzar rendimientos muy superiores a los de una central térmica convencional. Sin embargo, el alto coste de construcción de sus instalaciones obliga al sector a buscar alternativas para seguir potenciando este tipo de centrales.

¿Por qué construir plantas de energía flotantes?

La opción de instalar plantas de energía de ciclo combinado eficientes en dispositivos flotantes genera múltiples beneficios tanto sociales como económicos o medio ambientales:

  • Ahorro de espacio y tiempos de construcción: Los componentes no necesitarían transportarse por carretera ya que podrían ensamblarse por completo en un astillero y sus cimientos flotantes podrían ser arrastrados por remolcadores por mares o ríos.
  • Suministro rápido de electricidad: por ejemplo, a zonas afectadas por catástrofes naturales como un terremoto o tsunami, o compensar el corte de suministro debido a las averías de otras centrales.
  • Abastecimiento de energía en zonas remotas como islas.
  • Desarrollo de áreas industriales en las costas o ríos principales.
  • Menor impacto ambiental: En el momento que ya no fueran necesarias, podrán ser remolcadas a otro lugar, en vez de quedar abandonadas.
  • Generación de nuevos elementos: las plantas de energía flotantes pueden completarse con una central de desalinización para proporcionar agua potable. Así se ayudaría a prevenir enfermedades en situaciones de emergencia humanitaria o en países en vías de desarrollo.

Ejemplos de plantas de energía flotantes

Nueva York necesita garantizar a sus 8,5 millones de habitantes un suministro de energía eficiente y mucho más sostenible. Las plantas de energía flotantes han llegado para solventar este reto.

Siemens y Astoria Generating Company diseñarán dos plantas de energía flotantes en la Bahía Superior de Brooklyn. Estas instalaciones remplazarán a cuatro barcazas existentes en la estación generadora Gowanus.

En el momento en el que la energía solar o eólica no llegue a satisfacer la demanda eléctrica, las turbinas de gas en la instalación flotante de Gowanus entrarán en acción. Ambas turbinas tendrán una capacidad de generación de aproximadamente 300 megavatios (MW).

Este nuevo diseño moderniza la estación con las turbinas y generadores de gas SGT-A65 que mejorarán la eficiencia de la planta en un cincuenta por ciento. Su instalación ayudará a disminuir el impacto medioambiental de gases como el dióxido de carbono o el monóxido.

Sin embargo, Nueva York no es el primer ejemplo de esta tecnología de Siemens. SeaFloat es la primera central eléctrica que opera en una plataforma sobre el agua en vez de estar situada en tierra firme. Esta está localizada en Offenbach, Alemania.

En el caso de las primeras instalaciones de SeaFloat, están equipadas con turbinas de gas industriales como la SGT-800 de Finspang, que tienen una potencia de 140 megavatios. En el caso de las centrales de ciclo combinado, será posible adaptarlas para potencias de hasta 1.200 megavatios.

Siemens no quiere crear su propia flota sino que quiere ofrecer plantas de energía flotantes a terceros proporcionando hasta un 30% de capital social si es necesario. Este modelo abrirá interesantes perspectivas de negocios para los clientes que pueden comprar centrales eléctricas o quieran alquilarlas a los operadores para respaldar, por ejemplo, la reconstrucción de un país después de una guerra o una catástrofe natural como un huracán o un terremoto.