Si aún tienes dudas de las energías renovables… Tenemos que hablar. Desde luego, ya están revolucionando el mundo. Pero, a pesar de su crecimiento imparable, todavía tenemos concebidas muchas ideas erróneas que hacen que dudemos de su viabilidad.

¿Has escuchado alguna vez eso de “no pueden abastecer toda la demanda” o que “son demasiado caras”? Es hora de desmontar esos mitos y ver cómo la innovación, la digitalización y la sostenibilidad están impulsando una nueva era energética.

1. “Las energías renovables no pueden abastecer toda la demanda energética”

Hace años, esta afirmación podía tener algo de verdad, pero hoy en día, la combinación de diferentes fuentes renovables (solar, hidrógeno verde…) junto con los avances en almacenamiento energético, han cambiado las reglas del juego.

Red Eléctrica estima un incremento de casi el 11% en energías renovables respecto a su producción del año anterior. Este tipo de energías podrían cerrar el año representando más del 50% del mix nacional, máximo histórico y casi nueve puntos porcentuales superior a la cuota de 2022.

Eso sí, es importante contar con infraestructuras adecuadas y una gestión eficiente. Pero, con todo eso, es posible cubrir la demanda sin necesidad de recurrir a combustibles fósiles.

Además, gracias a la digitalización y tecnologías como la inteligencia artificial, podemos predecir el consumo energético y optimizar el uso de las fuentes disponibles, garantizando un suministro estable y fiable.

2. “Son más caras que las fuentes tradicionales”

Este mito quedó en el pasado. Por ejemplo, en los últimos diez años, el coste de la energía solar ha disminuido considerablemente. De hecho, en muchas partes del mundo, ya es más barato generar electricidad con energías renovables que con gas o carbón.

En España, el precio medio de la electricidad en las subastas mayoristas de energía renovable ha sido mucho más bajo que el de los combustibles fósiles.

Además, a medida que se perfeccionan las tecnologías de producción, almacenamiento y distribución, la rentabilidad de las renovables seguirá mejorando.

3. “Si no hay sol o viento, no funcionan”

Si bien es cierto que la producción de energías como la eólica o la solar depende de las condiciones climáticas, existen soluciones avanzadas para garantizar un suministro constante. Por ejemplo:

• Almacenamiento energético: las baterías de última generación permiten acumular el excedente de energía en momentos de máxima producción para utilizarlo cuando sea necesario.
• Diversificación de fuentes: la clave está en combinar distintas tecnologías, como la hidráulica o el hidrógeno verde, que pueden generar energía en cualquier momento.
• Digitalización e IA: gracias a la inteligencia artificial y el análisis de datos, es posible prever la demanda y gestionar la energía de manera eficiente.

La integración de estas tecnologías está permitiendo que las renovables sean una alternativa cada vez más fiable y estable.

4. «Las energías renovables no son tan ecológicas como parecen»

Por un lado, no se puede negar que la producción de paneles solares o turbinas eólicas genera un impacto ambiental, pero sigue teniendo un impacto infinitamente menor que el de los combustibles fósiles.

Además, la innovación en materiales y procesos está haciendo que la fabricación de infraestructuras renovables sea cada vez más sostenible. Por ejemplo:

• Reciclaje de paneles solares: empresas y gobiernos están desarrollando programas para reutilizar los materiales de estos equipos al final de su vida útil.
• Aparatos más eficientes: gracias a la investigación y el desarrollo, las nuevas generaciones de tecnología renovable requieren menos recursos para producir la misma cantidad de energía.

Frente a los combustibles fósiles, que generan millones de toneladas de CO2 y otros contaminantes al año, las energías renovables siguen siendo la mejor opción para el planeta.

El futuro es ahora

Las energías renovables no son una promesa del futuro, sino una realidad que ya está transformando nuestra forma de producir y consumir electricidad.

En este contexto, empresas como Siemens están desempeñando un papel clave en la transición energética, ofreciendo soluciones innovadoras que impulsan la eficiencia y sostenibilidad en el sector. Desde tecnologías avanzadas de digitalización y automatización hasta infraestructuras para el hidrógeno verde y la gestión inteligente de redes eléctricas, sus desarrollos están ayudando a industrias y grandes infraestructuras a aprovechar al máximo el potencial de las energías renovables.

Gracias a este tipo de avances, la transición hacia un modelo energético más limpio y eficiente es cada vez más accesible, permitiendo a empresas y gobiernos alcanzar sus objetivos de sostenibilidad sin comprometer la competitividad.